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Mostrando entradas de agosto, 2014

A mediados de mar y tierra.

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A mediados de mar y tierra, tocando el pelo de los almendros indios, cubiertos de una vista al lado nuestro, esperamos dormir los ojos, despertar senil y viejos en las arenas, siendo mas que calles corregidas. A mediados de abril escribo mis desiertos, y los éxitos de las promesas a los que me dirigió el cielo, mientras que los extraños climas, variantes gotas, sin esconderme de ellas. A mediados de tu madrugada, mi mar de boca esta en calma, mis ojos se sientes ubicados, mi mente se encuentra dirigida, a una carencia de un despertar, que se prolonga quebrando las piernas de los tiempos. A mediados de tu despertar, los objetos y la luz llenos de hastío, no son mas que vagancias, por tu generoso dormir, que se corta y se esparce en fragmentos. A mediados de abrir tu flor, de jugos de colonia, balanceo mi carga desnudando tu rostro, y junto mi peso y mi fuerza en un beso de mañana. Humberto Velasquez Jimenez 27/Agosto/2014

Me pierdo...

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Me pierdo cuando ajustas tu beso, pensando en un presupuesto, mientras tanto, despiertas las siguientes corrientes de besos. Me pierdo cuando se puede, en esa mirada tuya,  parlante y publicada, movida por el sol,  anunciada como una nube tibia. Tan solo pudiera derivar, mi pensar sin anclas dormidas, al pedestal de tus labios despiertos, que en mi tierra el deseo germina. Me pierdo,  ya que se necesita huir, vencido en tu origen facial, como el nacer de rosas aturdidas. Me pierdo y se me hace elemental, anotarte para que nunca,  se me haga difícil librarme,  como si quisiera hacerlo. Humberto Velasquez Jimenez 14/Agosto/2014 10:43 p.m.

Tengo días...

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Tengo días. Tengo los ojos llorando, por un cielo que me traiciona, de estos días cansados sin latidos. Tengo las pestañas marchitas, hoy que el día se reduce, hoy que el sol, no es dueño de su esplendor. Tengo varios gestos atribuidos, a un mar que no cesa en su venir, y a una luna que me duerme en sueño despierto. Tengo días de luna, que hacen la pausa, en su segundo mas brillante, y su rendimiento es mas temible, que el de una mañana. Tengo días para tomar el asiento, cruzar las piernas y sentirme mañanero. Humberto Velasquez Jimenez 13/Agosto/2014 2:07 p.m.