La Mirada de una Sonrisa

A nuestras blandas y colmadas miradas. A las que tiene inicio, un punto fijo en el espacio. Siéntate dispuesta alargarla. Como que nunca las has conocido. ¡Sí! A vaciarla sobre mi rostro ligera como una nube. Han saltado a la fama nuestros ojos. La mirada se disipa entre puerta y laberinto. A tientas de que vuelvan a mezclarse. Tratando de ceder en la misma estancia. Apareció y la necesito más que al sueño. Que me agote comúnmente. Que la mirada se hinche y sane. Conducida al insondable infinito. ¡Basta! de dormir varias horas. Si me siento apegado a nuestras sonrisas. De forma oval rotan felices. Y se hacen copiosas antes de que la noche acontezca. Humberto Velásquez Jiménez 20/06/2010 9:57 p.m.