Entradas

Mostrando entradas de enero, 2016

¡A que no te soy un ocaso!

Imagen
¡A que no te soy un ocaso! A que tus ojos no pierden fuerza, cuando me instalo en tu ayer y tu hoy. Se que ayer la lluvia y las nubes grises, te hicieron tropezar, mas no me mantengo en tu labial, y en alguna mañana reciente ni en tu lapida me harás grabar. A que no te soy un latido, que pronto se queja, que pronto se hace breve. Antes me vestía de ti… pasando algunos tres minutos pude elegir el campo travieso, de tus ojos no tan comunes, que hace apenas eran encajados. ¡A que no te soy un ocaso! a que hay pájaros que no creo que vengan, a que me robarías o mejor me inventas, a que me olvidas, o queda mi polvo en los libros. ¡A que no te soy un ocaso! y tu me mantienes intacto, ya sea en tu isla de sueño, o tu angustia de aquel día que criaste. Porque no solo me olvidas… Humberto Velasquez Jimenez 23/Enero/2016 12:18 p.m.

¡Hasta ahora me celebras!

Imagen
Fui una sola hoguera entre incendios y atardeceres. De ser posible, tal vez, un beso clásico sin caducar entre la moda actual. Fui tu color que usaste para dibujarte tus mejillas, aquellas de campo desnudo, donde yo incluí una cerca de voces. ¡Cómo has podido adjudicar a mi brillo un tipo de antigüedad, diciendo que fui un estimado adiós! que sin tus brazos ahora me llevas, que sin tu pelo me guías. ¡Ahora me celebras! Después de todo solo fui una marca débil, entonces tu pudiste conciliar los pañuelos. Ahora me dices: ¡gracias! Tan solo siete letras contenidas de alfileres y lutos. ¡Ahora me celebras! Cuando las palomas ya están agradecidas y descansan en su balcón. Ahora me celebras en algún sitio, y fue la claridad de una ternura sobre hojas que pareció cierto, hasta ahora, lo que fui. ¡Ya es tarde! Para ti misma y para mi mundo entero, para debilitar tu cuerpo, consumir los muros de tus muslos, y las atmosferas crecientes de algún orgas