No sé como envejecí antes
No sé cómo envejecí antes,
y llego mi juventud después,
lo último a primero,
y lo primero a lo último.
No sé cómo hice,
una cicatriz contigo,
resbalando sangre nueva,
fingiendo no ser aproximado.
No sé cómo el ataúd de la
noche,
me comienza, me sustenta,
casi por vencer a unos ojos,
blindados de inmadurez.
Vámonos cariño, vámonos, vámonos.
Vámonos que a medio día,
no se ingiere un atardecer,
solo el fúnebre toque del
sol,
que se adhiere a mi pecho,
con arenas del desierto.
No sé cómo ver el modelaje
de
tus dedos extendidos en son
de adiós,
ya que se me brinda decirte adiós,
pero no se me permite
interiorizarlo.
Humberto Velásquez
9/12/2013
1:27 p.m.
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